sábado, 7 de junio de 2014


0:00 octubre. Sue.

Una cama, un pensamiento. Olvidar. 
Las sabanas arrugadas. La ventana medio abierta dejando entrar los susurros de la noche. Sombras que se cuelan. Luces lejanas. 
Suena una canción. La reconozco de haberla oído en todas partes, la oí por primera vez contigo. 
Es realmente extraño como asociamos pequeñas cosas de la vida con personas. Y es realmente extraño como yo lo asocio todo a ti.
Hace ya mas de un año que te fuiste, pero sigo recordando cada segundo que pasamos juntos y cada eternidad que pasamos separados. 
Te he visto por la calle, pareces feliz. Tu no me has visto (o al menos eso espero). 
Hace tiempo te vi con una chica. No era como yo. Siempre pensé que de volver a salir con alguien lo harías con alguien frágil como yo, alguien a quien le pudieras romper el corazón como a un vaso de cristal. Me equivoque, como siempre hice contigo. Desde el principio estuve equivocada. 
Ya no estas, y ya no estoy. Pero me quede atrapada en el bucle de las 00.00 de la noche.

00:00 octubre. Dan.

Una cama, un pensamiento. Olvidar.
La noche ha inundado la habitación, igual que la oscuridad inundó tu vida cuando me fui. Eso es lo que deseo. Suena egoísta lo se, pero lo último que quiero es que hayas rehecho tu vida. Irme fue un error y no volver fue uno aun mas grande. 
Imagino que me odiarás igual que me odio yo. Me fui y no dije adios. Me fui antes de que volvieras porque sabía que si te miraba a esos enormes ojos marrones no tendría el valor de irme.  
Si analizo aquel día (y todos los anteriores) me doy cuenta de que no tenia motivos para irme, me querías y te quería. Pero a veces unas palabras pueden hacerte ver las cosas como no son. Sus palabras hicieron ese efecto sobre mi. Aquella chica, tan distinta a ti, tan abierta, tan segura, aun la sigo viendo o mas bien ella me ve a mi. Yo ya no puedo ver nada igual a como lo veía cuando tu estabas aquí. 
Ya no estas, y ya no estoy. Me fui y te quedaste. Me fui pero sigo allí. Ahora cada noche me quedo atrapado en un bucle a las 00:00 de la noche.

1:00 octubre. Sue.

Una cama, un pensamiento. Perdonarte.
Quiero poder perdonarte, quiero poder creer que tuviste un motivo para irte. Quiero poder pensar que no fue culpa mía, y que tampoco fue culpa tuya. 
Quiero perdonarte todo lo que me has hecho. 
Recuerdo aquel día, llegar a casa, sonriendo. Entrar en el salón esperando verte sentado junto a la ventana leyendo. No estabas. Correr a la cocina, tampoco estabas allí. Ni en la habitación, ni en el baño, ni en la terraza. No estabas. Lo siguiente que hice fue sentarme a esperar. Podías haber salido a comprar algo. Me acurruqué en el sofá y espere. Y esperé. A las 0:00 dejé de esperar. Busqué por toda la casa algo, una nota lo que fuera. No había nada. Tu ropa no estaba, ni tus libros, ni tu ordenador. Te llamé una vez, no lo cogiste, lo volví a intentar y nada. Habías desaparecido. Pense en llamar a la policia denunciar tu desaparición, que te encontraran.
Horas después comprendí que no habías desaparecido, que te habías ido. Que algo había hecho mal, que algo habíamos hecho mal. 
Pero te perdono Dan. Hoy no, pero algún día lo haré.

1:00 octubre. Dan.

Una cama, un pensamiento. Perdonarme.
Quiero perdonarme por hacerte daño. Se que te lo hice. Estaba allí mientras tu te volvías loca buscándome, estaba escondido mirando. No tuve el valor de volver a entrar.
Me fui cuando te diste cuenta de que no volvería. Te cambió la expresión pasó de ser la de preocupación a la de odio.
Me fui sin rumbo. No dormí en toda la noche. No recuerdo que pasó luego. Pero estaba ella allí, no tu, ella. 
He cometido errores pero Sue te sigo queriendo.
No me perdono por lo que he hecho, y dudo mucho hacerlo algún día.






Celandine.

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