lunes, 23 de septiembre de 2013

You Only Live Once

Lo suyo no era una historia de amor común empezando porque ni era historia ni era de amor. Se veían cada día a la salida del metro, en la panadería y los martes a la salida del pequeño cine que había tres calles detrás de ese parque tan bonito donde los niños jugaban a la salida de las clases. Nunca se dijeron nada inconscientes de que tenían mas en común entre ellos que con esos a los que se hacían llamar sus amigos.
Ella era una chica alta, el cabello le caía a tirabuzones hasta los hombros era rubio ceniza y sus ojos azul profundo. Mas de una vez la habían dicho que era muy guapa pero ella seguía sin creerlo. Esos complejos que tenemos todos y que algunos expresan mas que otros, pues ella a pesar de tenerlos los escondía dentro de una caja cerrada con llave dentro de su corazón.
El era un chico alto también, moreno, y ojos oscuros. Para muchos un chico normal, pero cuando ella le veía, en esos encuentros fugaces de nunca mas de 3 minutos, sentía como si un millón de hormigas corrieran por su estomago y sus brazos y piernas se volvían de gelatina.
Pero a pesar de todo nunca hablaron, tan solo una mirada llena de emoción, una mirada cargada de palabras.
Y ahora años después de 10 años todo sigue igual, cada uno en un lugar, pero siempre recordando a aquel chico, a aquella chica, misteriosos que se cruzaron en su camino.
Muchas veces piensan en los y sis: ¿y si hubiéramos hablado? ¿Sería muy diferente mi vida? Se dicen para si, pero sin pronunciarlo en voz alta, porque no hay tiempo de pensar en los y sis la vida es muy corta para pensar en que pudieron hacer. Y saben que arrepentidos morirán por lo que no hicieron, porque solo se vive una vez.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Recuerdos con sabor a chocolate (Segunda parte de Fly Away)

Caminando por calles estrechas. Largos paseos al sol de verano. La ciudad cambia y ella cambia también.
Ha pasado por mucho o por poco según lo mires o según lo quieras mirar. Hace un año no era como ahora hace un año era un persona completamente diferente pero aquel chico del parque de atracciones la cambio.
Recuerda a Dave como si fuera el otro día cuando le conoció. Recuerda su pelo castaño alborotado y sus ojos azules. No le ha vuelto a ver pero es como si estuviera con ella a cada paso que da. El recuerdo del misterioso Dave es un recuerdo con sabor a chocolate, un recuerdo dulce que no olvidas, un recuerdo como una droga que necesitas mas. Pero a pesar de ello no ha vuelto a verle, a pesar de que se ha recorrido la ciudad buscando, entre rincones inexplorados y avenidas llenas de personas, pero él no está. Tiene la esperanza de que hoy un año después él este en el parque de atracciones donde se conocieron.
Se mira en el espejo de su habitación decida a ir de nuevo en su búsqueda. Su pelo solía ser largo marrón y se lo recogía en una coleta. Ahora cae en tirabuzones rojizos por su cuello y llegan hasta los hombros. Mira en el armario, su ropa también ha cambiado. Elige un bonito vestido color azul marino con lunares color maquillaje. Se siente bien consigo misma sabe que es así como debe ser, sabe que su antigua yo ha dejado de existir sabe que todo es gracias a Dave. Ha dejado de lado los malos recuerdos. Ha dejado de lado el pasado. Y ha roto todas esas cadenas que la ataban a una vida de la que ella no era la dueña. Y solo quiere encontrar al chico para darle las gracias. Porque de no ser por el, seguiría siendo quien no es.
Sale de su pequeña casa en el centro de Madrid y coge el metro aun esperanzada. Tiene una corazonada, esta segura que el estará allí, no sabe por que, pero siente que Dave también la ha estado buscando.
Al llegar al Parque corre hacia las Sillas Voladoras convencida de que Dave estará allí esperando. Y allí esta apoyado en la entrada a la atracción de brazos cruzados y con una media sonrisa en la cara. Se acerca a el corriendo, sonriendo para si orgullosa porque tenía razón él iba a estar allí.
- Hola Dave, no se si me recuerdas soy Anne.
- Claro que te recuerdo Anne, has cambiado mucho ¿no crees?
- Si y me siento genial todo gracias a ti. Queria decirte eso.
- De nada supongo.
- También me gustaría invitarte a un ¿café? o mejor a un chocolate- dice convencida de que aceptará.
- Lo siento pero ya tengo planes- dice saludando a una chica no muy alta de pelo negro y ojos del mismo color- Anne estuve viniendo aquí cada día con la esperanza de que ibas a aparecer y lo has hecho pero ahora es un poco tarde. Ha pasado un año y igual que tu has cambiado yo también. Lo siento.
Y se aleja. Las lagrimas empiezan a caer por el rostro de Anne, después de buscarle durante un año el estaba en el sitio mas obvio, después de cambiar gracias a el y imaginarse viviendo una vida con él después de todo no va a haber nada. Porque ha llegado demiasiado tarde.